jueves, 11 de diciembre de 2008

ENTRE LA DOCENCIA Y MI PROFESIÓN

Estudié la licenciatura en ciencias de la informática en UPIICSA (Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas) del Instituto Politécnico Nacional, trabajé alrededor de 4 años en la iniciativa privada como programador de computadoras. Después me casé, nació mi hija y yo dejé de trabajar para cuidarla, cuando quiero reintegrarme al trabajo, encuentro muchos obstáculos, sobre todo por los horarios, todos exigían tiempo completo, y eso no era compatible con mis necesidades; de pronto surge la oportunidad, me invitan a trabajar en la Coordinación de ETI Zona 9, ahora Subdirección de Enlace Operativo; el horario era inmejorable.
Después de 4 años me cambié a plantel y me enfrento a la nueva experiencia de ser profesor, de estar frente a grupo, no fue nada fácil el inicio; de pronto parece que no tiene complicaciones “ser maestro”, pero cuando llegó el momento me surgieron muchas dudas: “¿Qué debe hacer un maestro?”, “¿Cómo logro transmitir los conocimientos?”,”¿Cómo se llega al aprendizaje?”, etc. No encontré quien pudiera orientarme, así que, valga la expresión, me aventé al ruedo como pude; los primeros años fueron mucho de prueba y error, siempre tratando de encontrar respuesta a mis preguntas.
Fue hasta el año 2004, en el plantel donde trabajo se impartió un diplomado de “Desarrollo de Habilidades del Pensamiento y Estrategias Innovadoras en la Mediación del conocimiento”, aquí conocí varias técnicas de grupo para aplicar en clase con diferentes objetivos, además por primera vez supe acerca de planear una clase con objetivos establecidos y actividades encaminadas para lograrlos. A partir de esta experiencia mi desempeño frente a grupo mejoró notablemente, como consecuencia las calificaciones de mis alumnos mejoran notablemente.
En cuanto a mí, me siento más satisfecha conmigo misma porque siento que he mejorado mucho mi trabajo y sigo aprendiendo. Al principio me sentía muy extraña, a decir verdad, no muy a gusto; pensaba que tarde o temprano dejaría de ser maestra, pero poco a poco me fui interesando más, trabajar con los jóvenes es muy gratificante, ahora estoy contenta de dedicarme a la docencia, disfruto lo que hago. Recuerdo mucho una anécdota; regresaba de unas vacaciones de verano, iba de mala gana, pensando “otra vez lo mismo, ya no quiero estar aquí, qué flojera”, etc. Cualquier cantidad de sentimientos negativos; cuando entré al plantel, lo primero que vi fue un grupo de alumnos, que al verme gritaron con gusto ¡maestra! Y corrieron a saludarme, pueden imaginar lo que sentí, por dentro estaba avergonzada de la actitud con la que venía, pero también estaba muy contenta por esta muestra de cariño por parte de mis alumnos, a partir de esta experiencia mi actitud mejoró mucho, ahora soy capaz de disfrutar la interacción diaria con los alumnos, en las buenas y en las malas uno también aprende mucho de ellos; escuchar sus problemas, celebrar sus triunfos, acompañarlos en este tramo de su vida. Creo que es una noble labor.
El ser maestro no es una tarea fácil, además no siempre se cuenta con los recursos adecuados para el mejor desempeño, pero para eso contamos con nuestra inventiva y pericia para poder trabajar de la mejor forma posible con el fin de dar lo mejor a nuestros jóvenes.

4 comentarios:

  1. Que tal Rosy, pues que puedo decirte, coincido contigo en cuando a que no tenemos herramientoas adecuadas, pero pues no todo es posible en esta vida, es verdad que es gratificante ser docente, pero creo que debemos de pensar que somos servidores sociales, o al menos yo pienso así, hacemos una labor hermosa, y creo que aunque no se valore, no importa si estamos concientes de que realmente hacemos nuestro trabajo. un saludo y cuidate mucho. Berenice

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  2. Hola Rosy:
    No te imaginas lo difícil que ha sido para mí trabajar en esto, creo que a tí se te facilita por la carrera que estudiaste, pero creo lo pude hacer con dificultades, así es como trabajamos como docentes, el éxito dependerá de lo que nos esforcemos por realizar nuestro trabajo con vocación; la experiencia docente es lo más importante para poder ir opinando acerca del trabajo docente, ya que no existe una varita mágica o receta de cocina del cómo le hagas en el aula?.
    Aquí en esta especialización no podemos estar pidiendo mucho apoyo en nuestros centros de trabajo para resolver problemáticas que se nos presentan, sino poco a poco y con la aplicación de nuestras habilidades desarrollaremos estos trabajos, que además son interesantes y a la mejor más fácil de lo que supongo.
    Hasta luego.

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  3. Hola Rosy me parecio muy interesante tu investigaciòn acerca del nivel cultural y socioeconómico de nuestros alumnos, pienso que todos los profesores deberíamos conocerlos, talvez esto nos ayudaría a comprender mejor la problematica con la que llegan nuestros alumnos. por otro lado estoy de acuerdo contigo, esta labor de ser docente es muy hermosa, y requiere de un gran compromiso con nosotros mismos y con nuestra comunidad estudiantil. saludos y gracias por ayudarme a entrar a este mundo tan interesante pero a la vez tan complicado para mi. atte. Gloria

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  4. Hola Rosy me parece que tienes mucha razón en tu publicación y además me parece sincera, yo comparto contigo este sentir de la docencia pues igual que muchos compañeros no tengo formación pedagógica, pero estoy de acuerdo con que hay que actualizarse. felicidades por tu trabajo e interés en una mejor docencia

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