Considerando la definición de aprendizaje, tomada de la lectura anterior, que dice: “El aprendizaje es más bien un proceso adaptativo mediante el cual, construyendo el conocimiento de la realidad, del mundo, el sujeto se construye a sí mismo como ser humano, siempre reorganizando –en todo momento- la propia estructura cognitiva desde donde continuará readaptándose indefinidamente a través de sus propios procesos de asimilación y acomodación.”; tomando en cuenta todo lo que implica que el alumno obtenga un aprendizaje, me parece que es muy difícil medir en base a preguntas y respuestas, como se acostumbra a través de los exámenes tradicionales, tal aprovechamiento.
El hecho de que un alumno aprenda de memoria los contenidos y conceptos de un temario, y sea capaz de repetirlos no asegura que los haya comprendido, ni que esté preparado para reconocerlos, apropiarse de ellos y poder aplicarlos en la solución de problemas reales; sin embargo, creo que sí es parte importante del aprendizaje que el alumno, además de manejar los conceptos y comprenderlos, también pueda explicarlos.
Pero para evaluar si un alumno ha aprendido o no, es necesario ir más allá: observarlo en su diario andar, la forma en que se conduce consigo mismo y con los demás, la manera en que soluciona los problemas a los que se enfrenta y cómo logra conseguir sus objetivos más allá del contexto escolar. Es importante medir el progreso de cada alumno ya que sobre esa base podemos medir sus avances, con la intención de medir y regular también los procesos de enseñanza-aprendizaje y reconocer la forma de mejorarlos.
Para lograr una evaluación completa me parecen muy adecuadas las rúbricas de evaluación que se manejan en esta especialización que estamos cursando, ya que sirven de guía para que el alumno sepa que es lo que se espera de su trabajo y de su comportamiento y actitudes, así como de los temas principales que se deben manejar. Con base a lo que se espera de él, va desarrollando su participación y trabajos.
El hecho de que un alumno aprenda de memoria los contenidos y conceptos de un temario, y sea capaz de repetirlos no asegura que los haya comprendido, ni que esté preparado para reconocerlos, apropiarse de ellos y poder aplicarlos en la solución de problemas reales; sin embargo, creo que sí es parte importante del aprendizaje que el alumno, además de manejar los conceptos y comprenderlos, también pueda explicarlos.
Pero para evaluar si un alumno ha aprendido o no, es necesario ir más allá: observarlo en su diario andar, la forma en que se conduce consigo mismo y con los demás, la manera en que soluciona los problemas a los que se enfrenta y cómo logra conseguir sus objetivos más allá del contexto escolar. Es importante medir el progreso de cada alumno ya que sobre esa base podemos medir sus avances, con la intención de medir y regular también los procesos de enseñanza-aprendizaje y reconocer la forma de mejorarlos.
Para lograr una evaluación completa me parecen muy adecuadas las rúbricas de evaluación que se manejan en esta especialización que estamos cursando, ya que sirven de guía para que el alumno sepa que es lo que se espera de su trabajo y de su comportamiento y actitudes, así como de los temas principales que se deben manejar. Con base a lo que se espera de él, va desarrollando su participación y trabajos.